Hace unos días me enviaron una información de un mercadillo navideño en un hotel. Animada por Belén , una de las participantes y acompañada por mi compañera de fatigas, María ( chica versátil donde las haya…lo mismo te ayuda a pintar una pared que te organiza un acto institucional, vamos…. Mujer completa por los cuatro costados) me embarqué en una nueva experiencia, participaría el último día.
Bueno, al caso, en plan Thelma y louise (llegamos a ver a un Brad de la vida….) y con Kiko veneno a las voces, iniciamos y disfrutamos de un viaje al amanecer.
Al llegar, cuando nos instalamos en la habitación iniciamos un ritual de chapa y pintura importante (después de varios días de intenso trabajo, mis ojeras se habían convertido en dos surcos que a poquita habilidad hortícola, se hubieran podido plantar patatas).
Con la seguridad que te da una buena prenda, me enfundé en mi preciosísima camisa nueva y, en un arranque de osadía, me subí a unos taconazos y fuimos a montar el puesto, una ilusión, una emoción….
Nos sentamos a la espera de clientes y esta vez, en vez de aplacar los nervios inundándome en tilas alpinas, me llevé al que se ha convertido en mi libro de cabecera, La Fórmula Femenina, recomendable no, fundamental tenerlo, leerlo y releerlo si quieres alcanzar el bienestar y por ende la felicidad.
Con toda esa felicidad e ilusión nos comunicaron que el mercadillo se clausuraba antes del tiempo acordado previamente por necesidades del hotel ( es justo también decir que la participación era gratuita)
Así que entre pitos y flautas y plumas…..muchas plumas, a las 5 de la tarde se acababa la ilusión, había que plegar velas . La verdad? , me disgusté, no por las ventas, sino por las horas y horas de trabajo invertidas solo para 2 horas y media de participación (surrealista)
Pese a todo, me quedo con los buenos momentos, mi primera clienta en un mercadillo, una preciosa niña con un nombre muy especial….Vera, los ánimos y la ayuda de María, haber podido conocer personalmente a Belén, el paisaje del viaje, las risas y las emociones, y sobre todo, que la vida es demasiado corta para dedicarle tiempo a los contratiempos….
Sin palabras…. siempre buscando el lado positivo a las cosas, te envidio nena. Tienes una forma de ser….. cómo no te voy a querer! Hablamos y me cuentas. Millones de besos.
Anda, anda….sagerá. Muaaaka!
No te disgustes porque los comienzos de los grandes artistas tampoco fueron un camino de rosas. Dale tiempo al tiempo y veras como los resultados de tu esfuerzo y de tu trabajo se verán recompensados. besos
Hala, otra sagerá 🙂 ni estoy actualmente disgustada ni mucho menos soy una gran artista ( os puede el cariño 🙂 ) Es el relato de una vivencia más.
Muuuua!